Archive for the ‘Decálogos’ Category

Decálogo de Juan Carlos Onetti

February 4, 2009

I. No busquen ser originales. El ser distinto es inevitable cuando uno no se preocupa de serlo.

II. No intenten deslumbrar al burgués. Ya no resulta. Éste sólo se asusta cuando le amenazan el bolsillo.

III. No traten de complicar al lector, ni buscar ni reclamar su ayuda.

IV. No escriban jamás pensando en la crítica, en los amigos o parientes, en la dulce novia o esposa. Ni siquiera en el lector hipotético.

V. No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo. Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable, que llevamos dentro y no es posible engañar.

VI. No sigan modas, abjuren del maestro sagrado antes del tercer canto del gallo.

VII. No se limiten a leer los libros ya consagrados. Proust y Joyce fueron despreciados cuando asomaron la nariz, hoy son genios.

VIII. No olviden la frase, justamente famosa: 2 más dos son cuatro; pero ¿y si fueran 5?

IX. No desdeñen temas con extraña narrativa, cualquiera sea su origen. Roben si es necesario.

X. Mientan siempre.

XI. No olviden que Hemingway escribió: “Incluso di lecturas de los trozos ya listos de mi novela, que viene a ser lo más bajo en que un escritor puede caer.”

Lorena Sanmillán

p.s. Gracias, Jerónimo Minino, por compartirlo.

Decálogo para ser un escritor mediocre.- Héctor Noguera

January 14, 2009

  1. Sé indisciplinado: escribe solo cuando se te dé la gana, cuando las musas estén dispuestas a florecer tu inspiración.
  2. Escribe para ti: no te molestes en ponerte en los zapatos de tus lectores, muy su problema será si no te entienden.
  3. No planees tus textos: redacta al “ahí se va”; deja al lector el trabajo de armar el rompecabezas que tú le ofreces a manera de libro.
  4. Escribe en forma extensa: lo que puedas decir en cien palabras, exprésalo en mil… para que tu editor y sus lectores valoren cuán inteligente eres.
  5. Usa un lenguaje “dominguero”: esto permitirá que tus lectores se vayan familiarizando con el uso del diccionario.
  6. No te preocupes por ser original: al fin y al cabo “ya todo está dicho”; ¿para qué te quiebras la cabeza buscando nuevos temas o novedosas formas de expresión?
  7. Cita de memoria: no investigues, ni compruebes los datos sobre lo que escribes; confía en tu privilegiada memoria.
  8. Presume de lo mucho que sabes: complícale la vida al lector impresionándolo con los enormes conocimientos que posees.
  9. Ya no sigas leyendo: de seguro ya leíste mucho. Tú eres escritor, solo escribe y deja la lectura para tus lectores.
  10. No se te ocurra andar vendiendo tu libro: para eso está la editorial… tu papel es estar sentadito, en espera de tus regalías.

Nota: si después de seguir al pie de la letra este decálogo logras convertirte en un escritor mediocre, ni te preocupes. Como en este país casi nadie lee, casi nadie se enterará de tu mediocridad.

Lorena Sanmillán

Decálogo del perfecto cuentista (Horacio Quiroga)

November 29, 2008

1.- Cree en un maestro -Poe, Maupassant, Kipling, Chéjov- como en Dios mismo.

2.- Cree que su arte es una cima inaccesible. No sueñes en domarla. Cuando puedas hacerlo, lo conseguirás sin saberlo tú mismo.

3.- Resiste cuanto puedas a la imitación, pero imita si el influjo es demasiado fuerte. Más que ninguna otra cosa, el desarrollo de la personalidad es una larga paciencia

4.- Ten fe ciega no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas. Ama a tu arte como a tu novia, dándole todo tu corazón.

5.- No empieces a escribir sin saber desde la primera palabra adónde vas. En un cuento bien logrado, las tres primeras líneas tienen casi la importancia de las tres últimas.

6.- Si quieres expresar con exactitud esta circunstancia: “Desde el río soplaba el viento frío”, no hay en lengua humana más palabras que las apuntadas para expresarla. Una vez dueño de tus palabras, no te preocupes de observar si son entre sí consonantes o asonantes.

7.- No adjetives sin necesidad. Inútiles serán cuantas colas de color adhieras a un sustantivo débil. Si hallas el que es preciso, él solo tendrá un color incomparable. Pero hay que hallarlo.

8.- Toma a tus personajes de la mano y llévalos firmemente hasta el final, sin ver otra cosa que el camino que les trazaste. No te distraigas viendo tú lo que ellos no pueden o no les importa ver. No abuses del lector. Un cuento es una novela depurada de ripios. Ten esto por una verdad absoluta, aunque no lo sea.

9.- No escribas bajo el imperio de la emoción. Déjala morir, y evócala luego. Si eres capaz entonces de revivirla tal cual fue, has llegado en arte a la mitad del camino

10.- No pienses en tus amigos al escribir, ni en la impresión que hará tu historia. Cuenta como si tu relato no tuviera interés más que para el pequeño ambiente de tus personajes, de los que pudiste haber sido uno. No de otro modo se obtiene la vida del cuento.

Lorena Sanmillán

Decálogo del escritor (Augusto Monterroso)

November 22, 2008

1.- Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.

2.- No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

3.-En ninguna circunstancia olvides el célebre díctum: “En literatura no hay nada escrito”.

4.- Lo que puedas decir con cien palabras dilo con cien palabras; lo que con una, con una. No emplees nunca el término medio; así, jamás escribas nada con cincuenta palabras.

5.- Aunque no lo parezca, escribir es un arte; ser escritor es ser un artista, como el artista del trapecio, o el luchador por antonomasia, que es el que lucha con el lenguaje; para esta lucha ejercítate de día y de noche.

6.- Aprovecha todas las desventajas, como el insomnio, la prisión, o la pobreza; el primero hizo a Baudelaire, la segunda a Pellico y la tercera a todos tus amigos escritores; evita pues, dormir como Homero, la vida tranquila de un Byron, o ganar tanto como Bloy.

7.- No persigas el éxito. El éxito acabó con Cervantes, tan buen novelista hasta el Quijote. Aunque el éxito es siempre inevitable, procúrate un buen fracaso de vez en cuando para que tus amigos se entristezcan.

8.- Fórmate un público inteligente, que se consigue más entre los ricos y los poderosos. De esta manera no te faltarán ni la comprensión ni el estímulo, que emana de estas dos únicas fuentes.

9.- Cree en ti, pero no tanto; duda de ti, pero no tanto. Cuando sientas duda, cree; cuando creas, duda. En esto estriba la única verdadera sabiduría que puede acompañar a un escritor.

10.- Trata de decir las cosas de manera que el lector sienta siempre que en el fondo es tanto o más inteligente que tú. De vez en cuando procura que efectivamente lo sea; pero para lograr eso tendrás que ser más inteligente que él.

11.- No olvides los sentimientos de los lectores. Por lo general es lo mejor que tienen; no como tú, que careces de ellos, pues de otro modo no intentarías meterte en este oficio.

12.- Otra vez el lector. Entre mejor escribas más lectores tendrás; mientras les des obras cada vez más refinadas, un número cada vez mayor apetecerá tus creaciones; si escribes cosas para el montón nunca serás popular y nadie tratará de tocarte el saco en la calle, ni te señalará con el dedo en el supermercado.

El autor, Monterroso, da la opción al escritor de descartar dos de estos enunciados, y quedarse con los restantes diez.

Lorena Sanmillán